Pudo ser el ridículo más grande de los Mundiales, pero Iñaki Williams se resbaló y no pudo culminar la gran travesura que le hubiera dado el empate a Ghana en su presentación frente a Portugal.

Una acción casi imposible de ver en el futbol profesional estuvo a punto de marcar para siempre la carrera del portero Diogo Costa, a quien increíblemente le robaron un balón frente a sus narices.

¿Qué fue lo que sucedió en los últimos segundos de este partido por el Grupo H?

El arquero tenía controlado el balón, lo botaba en su propia área y daba indicaciones a sus compañeros, el problema es que nunca se percató que detrás suyo estaba un silencioso y astuto Iñaki Williams.

El delantero ghanés se dio cuenta que el arquero portugués ignoraba su presencia, por lo que se quedó en silencio a unos metros detrás suyo y en cuanto el cancerbero puso el balón en tierra para despejarlo, el jugador salió disparado desde el área chica para robar el esférico ¡Y lo consiguió! Apareció por derecha, rebasó al arquero y llegó el balón, sin embargo, al querer girar resbaló y todo se complicó.

Aun así, el ghanés pudo controlar luego de ponerse en pie y dejó al arquero tendido con un toque, pero antes de poder disparar un defensa apareció justo a tiempo para robarle el esférico y frustrar lo que bien pudo ser uno de los ‘osos’ más grandes en la historia de las Copas del Mundo.

¿Fue mayor la desconcentración de Diogo o la viveza de Williams? Lo cierto es que esta jugada digna de un partido infantil pudo ser el clímax del juego de locura que protagonizaron Portugal y Ghana con ese 3-2.